martes, febrero 20, 2007

Padre Altamira

La noticia me impactó profundamente ayer. Había fallecido ayer por la mañana el padre Antonio Altamira, orientador y profesor del Colegio San Ignacio del Loyola durante los años 1978-1984.

El padre Altamira fue un hombre bueno y solidario. Despúes de haberme graduado del Colegio Loyola, ahí fue que realmente le conocí. En los momentos difíciles que vivió mi familia, siempre estuvo de nuestro lado.

Fue quien bautizó a mis hijos, Orlando Salvador y Patricia Victoria. Se encariñó tanto de Patricia Victoria que le dió las lecciones de catecismo para su primera comunión en la Parroquia del Buen Pastor. Hace menos de un mes, me dijo sentirse muy orgulloso, de que mis hijos emprendieran el camino de la santidad.

Recuerdo cuando, por su interés, me pidió que perteneciera a la Academia de Oratoria del Colegio Loyola. Allí aprendí mis primeras lecciones de cómo hablar en público.

Hoy, al despedirlo en el Cementerio de Manresa Loyola, me sentí sumamente honrado y orgulloso de su amistad. El haberme elegido para que le echara la primera "pala" de tierra a su cuerpo es un gesto que nunca olvidaré y que me compromete más, a no fallarle.

Padre Altamira, hombre bueno y firme, así como siempre quizo San Ignacio del Loyola, vivió en un mundo dividido por las ideologías y herido por los egoísmos de los hombres, cumplió su misión en la Tierra, y estoy seguro que hoy está con Dios.

Padre Altamira se ha ido.

Pero sus huellas nos siguen mostrando el camino...

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