sábado, marzo 22, 2008

Por los perseguidos



El apunte de hoy está motivado en el significado que tiene para la Iglesia Católica y para la humanidad el día de ayer, Viernes Santo, en el que se conmemora la Pasión y Muerte de Jesús.

El Viacrusis, como se conoce el camino del dolor que vivió, con amor, Jesús, desde el Gólgota hasta su muerte, debe ser vivido por cada ser humano para poder liberarnos de nuestras mortificaciones, cargas y preocupaciones.

Ayer, el Viacrusis presidido por el Papa Benedicto XVI estuvo dedicado a los perseguidos, con una serie de meditaciones escritas por el Cardenal de Hong Kong, Joseph Zen, y fue celebrado en el Coliseo Romano, siguiendo una tradición que se remonta desde la década de los sesenta, en homenaje a los mártires que murieron allí perseguidos por fines religiosos.

Las meditaciones de Zen estuvieron centradas en las persecuciones que son víctimas los cristianos en el mundo, recordando de manera especial, la situación por lo que está viviendo el Tibet, como consecuencia de la intolerancia del régimen de China.

Este apunte está dedicado a los Tibetanos, laboriosa comunidad que lucha por sus convicciones religiosas y políticas, por los aires de la democracia en un Continente que ha sido despiadado en contra de aquellos que quieren pensar y actuar con libertad.

Sigamos todos en nuestros respectivos viacrusis hasta alcanzar la resurrección, que definitivamente será una etapa de gozo y alegría eterna.

Finalizo compartiendo con ustedes una de las fotos que recoge el momento en que el Papa Benedicto XVI preside el Viacrucis desde la colina del Palatino en el Coliseo Romano.

No hay comentarios.: