Anoche, cerca de las ocho y media, sonó mi móvil, desde un número desconocido para mí. Era la voz emocionada de Miguelina Llaverías, quien, desde la misma sede de la Corte de Apelación de Santiago, me llamaba para comunicarme que el alto tribunal había ratificado la sentencia de primer grado en contra de su ex-esposo Adriano Román.
Entre sollozos, me dió las gracias por mi solidaridad y mi respaldo, igual que el de toda mi familia.
Le dije que se había hecho justicia, y que esperaba que esta señal fuera entendida y comprendida por todo el ámbito del Poder Judicial para sancionar la violencia machista en la sociedad dominicana.
Desde este apunte, le expreso a Miguelina Llaverías mi solidaridad, ayer, hoy y siempre.
martes, abril 01, 2008
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4 comentarios:
Por fin los políticos empezaron a interesarse por temas de importancia para la sociedad.
Lo Felicito desde Bonao.
Estela Ramírez
Aquí en Santiago muchos políticos se han interesado en el tema de Doña Miguelina, gracias a Dios que todo ha terminado como ha debido ser, esta Señora merece el reconocimiento de esta sociedad.
La justicia divina tarde o temprano llega.
Gracias a Dios se hizo justicia, ojala nunca salga de la prisión.
Felicito a los medios de comunicación y a personas como usted que siempre estuvieron pendiente de este caso.
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