domingo, junio 21, 2009

¿Dónde esta mi voto? En Irán, igual que aquí en 1994


A raíz de las elecciones de Irán en las que, en medio de denuncias de fraude, Mahmund Ahmadineyad fue reelecto a un segundo período, con un 62.63%, en contra de Mir Hosein Musarí, quien obtuvo un 33.75%, la comunidad internacional ha expresado sus dudas sobre los resultados electorales. Gracias a las redes sociales, particularmente Twitter, nos hemos enterado de los acontecimientos y protestas que se han venido aconteciendo en Irán, a pesar de la censura y del bloqueo dispuesto por el gobierno iraní.

Las elecciones han provocado una fractura social en Irán, tal como señala El País de hoy, y se debate entre miles y miles de ciudadanos que quieren nuevas elecciones, y entre un gobierno, en el que el Islám es el alma del Estado, que no está dispuesto a convocar nuevas elecciones, y que, por el contrato, ve todo esto, como un hecho cumplido. No obstante, las protestas siguen, y ya se cuentan muertos.

Ahora, ¿qué fue lo que pasó en Irán? ¿Por qué se habla de fraude? A pesar de que la mayoría de los medios digitales se han ocupado de resaltar las protestas, he encontrado en el blog de Brad, una descripción de lo que realmente sucedió:

"A less than popular old-line incumbent facing massive public demonstrations against him and in favor of his main progressive challenger promising reform; polls that suggest a swell of support for the challenger; unprecedented turnout on Election Day; long lines at polling places; paper ballot shortages and names missing from voter rolls; widespread rumors, concerns, and evidence of voter intimidation and vote-rigging, all accompanied nonetheless by a general feeling among the populace that the incumbent has been turned out, only to learn from officials, late on Election Night, after secret vote counting, that the incumbent has been declared the winner of a second term".

Es decir, que el fraude electoral estuvo concentrado en enviar a las mesas electorales menos boletas que el promedio de electores supuesto a ir a votar, y por otra parte, hubo exclusiones en las listas de electores, o mejor dicho, en el padrón electoral.

Fue lo mismo que pasó en la República Dominicana en 1994, en las elecciones presidenciales en las que el gobernante de turno, Joaquín Balaguer, articuló, junto a otras fuerzas oscuras, un masivo fraude electoral, para impedir que José Francisco Peña Gómez ganara las mismas. Me recuerdo que una de los elementos del fraude fueron las masivas exclusiones del padrón electoral, es decir, votantes que no pudieron ejercer su derecho al voto. Todo esto provocó que, con la intervención de la Organización de Estados Americanos, se hiciera un pacto político que reformó la Constitución y que se convocaran a elecciones en 1996.

Dos diferencias son muy notables entre lo que sucedió aquí en 1994 y lo que está aconteciendo en Irán actualmente. Primero, la oposición iraní está muy dividida, y no hay un liderazgo alternativo que pueda aglutinar las distintas fuerzas y corrientes políticas y religiosas, que pueda provocar una salida a la actual fractura social. Y, segundo, en las elecciones dominicanas de 1994, hubo observadores electorales internacionales que certificaron el fraude, lo que no ha sucedido en Irán, como consecuencia de las medidas antidemocráticas del régimen iraní.

Este es el momento en que, por ejemplo, no he visto un acta de una mesa electoral en Irán en la que se pudiera apreciar el fraude. ¿Es que no había presencia de delegados de los candidatos presidenciales en cada mesa electoral? Esto fue un factor crucial para demostrar el fraude electoral en el 1994.

Los episodios que está viviendo Irán no terminarán por ahora. Es el inicio de un ciclo de cambios que se producirá en esa gran nación, promovido básicamente por los movimientos juveniles iraníes. Lo curioso de todo esto, es cómo Irán está viviendo en el 2009 lo que ya la República Dominicana vivió en 1994, hace 15 años.

ACTUALIZACION I: Por fin, el "think tank" británico, Chatham House, publica su informe en el que demuestra el fraude electoral en Irán. Hubo provincias en las que "votó" el 100% de la lista de electores. En otras provincias, no guarda relación la cantidad de electores con los resultados electorales. Esto era lo que hacía falta. Se acerca la hora de la verdad en Irán, y los cambios profundos en el sistema político, cada día, son y serán una realidad.

ACTUALIZACION II: Irán admite discrepancias electorales en alrededor de 3 millones de votos. Ya esto es suficiente para convocar nuevas elecciones.

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