viernes, junio 05, 2009

Zapatero, Falcon y Leonel


A propósito de las elecciones europeas de este domingo, en España se está produciendo un debate que, a mi juicio, llega un poco retrasado, pues por estas latitudes, ya el tema ha sido suficientemente debatido y en vías de solución. Resulta que en España se debate sobre el uso por parte del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, del avión presidencial cuando realiza actividades en campaña. Dicho en otras palabras, ¿cuándo no es presidente Zapatero?

Increíblemente, un país con instituciones fuertes, como España, no tiene ninguna regulación sobre el uso de los recursos del Estado en actividades electorales, de manera especial, por parte del presidente del gobierno. Entonces, en el debate, está de que si lo debe pagar el partido político a que pertenece el presidente o de que si, aunque sea en campaña, el presidente sigue siendo presidente. A juzgar por la encuesta hecha sobre este tema por El País, los resultados están muy cerrados, cada lado, con un 49%. Es un tema que tiene dividida a la opinión pública, y no dudo que, dadas las cercanías con las elecciones del domingo, la encuesta, como es lógico, refleje la realidad electoral.

Zapatero no ha sido políticamente correcto con este tema. En medio de la crisis económica que padece España, aunque los últimos números son alentadores respecto a la cantidad de empleos recuperados en el mes de mayo, debió enviar una señal cónsona con la realidad del momento, y que, tal como acontece en Estados Unidos de América, su partido costeara los vuelos del avión Falcon.

Hace casi un año, y después de la experiencia que vivimos en nuestro país con el uso y abuso de los recursos del Estado para imponer la reelección del presidente Leonel Fernández, escribí un apunte sobre los ejes de la reforma electoral en la República Dominicana, y expresé:

El Estado no puede ser usado, sin ningún tipo de control, durante los procesos electorales para favorecer o desfavorecer a partidos políticos, sobre todo, con la reelección presidencial.


La experiencia acumulada en la República Dominicana, país con una extraordinaria debilidad institucional, y guardando todas las distancias con España, ejemplo de democracia parlamentaria, nos obligó a buscarle una solución definitiva a este problema: Prohibir la reelección inmediata o consecutiva, lo cual debe aprobarse en la actual reforma constitucional. Esto debe estar unido a la inclusión de las necesarias garantías electorales en la Constitución y en la Ley para asegurar que, en ningún nivel de elección, se produzca uso de los recursos del Estado, sin sanción.

Aunque son hechos distintos y distantes, la experiencia que está viviendo Zapatero hoy en España nos debe servir para vernos en ese espejo respecto al presente y al futuro de nuestra democracia. Y es que, en definitiva, todo en la vida es transitorio, incluyendo el poder, que no es para siempre.

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