miércoles, septiembre 30, 2009

Manuel Zelaya: Detrás de la diplomacia



La crisis de Honduras, generada luego del Golpe de Estado al gobierno del presidente Manuel Zelaya, es un caso digno de estudio, pues revela hasta dónde los países adoptan posiciones en el mundo de la diplomacia. Es obvio que hay dos posiciones: Unos apoyan el Golpe de Estado, y otros lo rechazan, ante la incapacidad de la Organización de Estados Americanos y Naciones Unidas de buscar una solución que ha puesto a prueba el sistema democrático interamericano.

Entre las posiciones que apoyan el Golpe de Estado, que no es la que yo suscribo, he encontrado ésta, contenida en el reporte titulado "Honduras: Constitucional Law Issues", preparado por The Law Library of Congress, un directorio que se encarga de preparar recomendaciones al Congreso de Estados Unidos sobre temas de derecho comparado. En síntesis, el reporte justifica el Golpe de Estado, sobre la base de que "la Suprema Corte de Justicia tiene la autoridad constitucional para escuchar casos en contra del Presidente de la República y otros altos funcionarios, para decidir y ejecutar sentencias, y requerir la asistencia de la fuerza pública para ejecutar sus decisiones. La Constitución no autoriza al juicio político, pero si delega en el Congreso el poder para desaprobar la conducta del Presidente, conducir investigaciones especiales e interpretar la Constitución. En el caso en contra del Presidente Zelaya, el Congreso Nacional interpretó el poder de desaprobar la conducta del Presidente y removerlo del poder, basado en los resultados de la investigación especial".

Esta es la justificación de todo lo que ilegalmente se hizo en Honduras. Como profesional del derecho, abogado y estudioso del derecho constitucional americano, este reporte manda por el suelo todas las garantías constitucionales sobre el "debido proceso de ley", "la presunción de inocencia", "el derecho de defensa", "el juicio imparcial", que la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos se ha encargado de establecer como los ejes fundamentales de los derechos de los justiciables. Y yo me pregunto, ¿Tuvo oportunidad Manuel Zelaya, como presidente de Honduras, de defenderse ante el Congreso de su país?

Estos argumentos ya están siendo utilizados por congresistas americanos para rechazar la vuelta de Zelaya al poder. Afortunadamente, la posición oficial del Departamento de Estado de Estados Unidos es en apoyo al retorno de Zelaya. Es la misma que ha propuesto el presidente Oscar Arias. América Latina, y la democracia global, no puede permitir lo contrario. Manuel Zelaya debe volver al poder, por la consolidación del sistema democrático interamericano.

No hay comentarios.: