sábado, febrero 06, 2010

Otros Sun Land

Hoy publico en El Nacional, mi habitual columna sabatina titulada Otros Sun Land, que por considerarlo de interés, comparto su contenido con ustedes, íntegramente:

Como el gobierno ya nos ha demostrado tener especialidad en aprobar préstamos internacionales, sin “pasar por Go”, es decir sin la aprobación del Congreso Nacional, y en violación a la Ley de Crédito Público, toda vez que recordamos el escandaloso préstamo de la Sun Land, que, este es el día en que no se sabe a ciencia cierta dónde están los US$130 millones de dólares, y dado que estamos entrando al calor de la campaña electoral, vale recordar las siguientes disposiciones de la nueva Constitución, proclamada el pasado 26 de enero:

Artículo 128, numeral 2, letra d): Corresponde al Presidente: “Celebrar contratos, sometiéndolos a la aprobación del Congreso Nacional cuando contengan disposiciones relativas a la afectación de las rentas nacionales, a la enajenación de bienes del Estado, al levantamiento de empréstitos o cuando estipulen exenciones de impuestos en general, de acuerdo con la Constitución. El monto máximo para que dichos contratos y exenciones puedan ser suscritos por el Presidente de la República sin aprobación congresual, será de doscientos salarios mínimos del sector público”.

Artículo 93, letra k: Corresponde al Congreso Nacional: “Aprobar o desaprobar los contratos que le someta el Presidente de la República, de conformidad con lo que dispone el artículo 128, numeral 2), literal d), así como las enmiendas o modificaciones posteriores que alteren las condiciones originalmente establecidas en dichos contratos al momento de su sanción legislativa”.

A algunas mentes muy creativas que existen en algunas áreas del gobierno se les ha ocurrido hacer préstamos internacionales sin la debida aprobación del Congreso, a pocos días de promulgada la Constitución. Incluso, ya se tienen las consultas emanadas de firmas de abogados dominicanas, que justifican una vez más esta violación constitucional. Algunas de esas firmas avalaron, en su momento, “la legalidad” del préstamo de la Sun Land.

En ausencia de mecanismos elementales de transparencia oficial, que este artículo sirva de alerta para evitar que una vez más el crédito público sea comprometido, y ojalá que esta vez, el Congreso Nacional, en sus máximos representantes, no permanezcan indiferentes.

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