domingo, junio 06, 2010

El estilo gerencial de Obama


A un año y meses de su presidencia, Obama ha podido superar los distintos desafíos que ha tenido que enfrentar. Todos, a su debido tiempo y a su estilo. Primero, fue la recesión económica, agravada por la crisis global. Segundo, fue la aprobación de la reforma del sistema de salud. Tercero, fue la brecha al sistema de seguridad de Estados Unidos con el intento de atentado al avión en Detroit. Cuarto, fue y es la reforma financiera para fortalecer los mecanismos de transparencia de los agentes de las finanzas en Wall Street, proceso actualmente en curso. y Quinto, fue y es el derrame de petróleo en el Golfo de México.

En los primeros cuatro casos, Obama selló su propio estilo gerencial, transparentando más la información, con ruedas de prensa y sesiones de trabajo, identificando los voceros oficiales para coherenciar el mensaje público, y con sus altas y bajas, fue exitoso. Sin embargo, en el caso del derrame de petróleo, la situación es distinta, porque se trata de un hecho que pone a prueba la capacidad y el liderazgo de Obama en mover la burocracia federal de Estados Unidos, teniendo presente el penoso antecedente de Katrina que marcó, entre otros factores, a la presidencia de su antecesor.

La respuesta inicial de Obama fue tardía. Es decir, originalmente la Casa Blanca dependió mucho de las informaciones suministradas por British Petroleum (BP), concesionaria y responsable del derrame de petróleo. Las primeras respuestas del gobierno americano vienen a producirse cuando llegan las capas de petróleo a las costas de Louisiana. Es cuando ya Obama decide unificar el mando, coherenciar la vocería pública y dar señales de que está al frente de la situación. En poco tiempo, Obama ha ido tres veces al Golfo de México, y como se puede apreciar en el blog de la Casa Blanca, su última visita sirvió para reunirse no solo con el gabinete de crisis, sino con la comunidad y los pescadores, entre otros sectores. Su alocución semanal fue incluso, in situ, desde unos de los puertos. Días antes, el propio Obama públicamente reconoció que estaba furioso por el hecho de que no se había buscado solución definitiva al mayor problema ecológico de los últimos veinte años. Y con razón.

Tal como señala este interesante análisis titulado Oil spill tests President Obama management style, Obama se ha distanciado bastante de sus antecesores, y valora la opinión de sus asesores, citándose, incluso, que algunos Secretarios de su gabinete se quejan anónimamente de algunas veces se enteran de decisiones através de asesores y asistentes del presidente. Es un estilo más directo, tendente a reducir la burocracia y eficientizar la toma de decisiones. Definitivamente, creo que Obama superará el efecto Katrina, pero este proceso le arrojará lecciones que serán muy importantes para su futuro político.

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