sábado, julio 03, 2010

La transitoriedad del poder

Antes, he escrito sobre el primer día. Se requiere de un alto sentido de humildad para comprender la transitoriedad del poder. Muchos políticos, empresarios y militares no entienden que las posiciones que se ocupan en un momento determinado y que generan poder, pueden perderse de la noche a la mañana, y para ello, hay que estar preparado. Lo anterior viene a cuenta de la noticia divulgada por el New York Times de que el General Stanley McChrystal esta destruido por el dramático cambio de haber vuelto a la vida civil, como ciudadano, luego de haber sido reemplazado como Jefe de la OTAN en Afganistán. McChrystal fue hasta hace poco el General más poderoso en el mando de las tropas americanas en Afganistán, y lo cierto es que se comportaba como tal. Hoy día, ya retirado, debe acostumbrarse a la vida en hogar, lejos de los puestos de mando. Conozco varios militares que han ocupado altas posiciones públicas, y reconozco que no hay nada que cause mayor desazón e incertidumbre a un militar que pensar en el primer día, luego de su retiro. Pasarse meses y años dando órdenes, rodeados de subalternos, viajando en avión privado, hospedándose en hoteles lujosos, despachando con presidentes, como lo hizo McChrystal, para luego, con la velocidad de un rayo, ser un ciudadano que debe preocuparse por las cuestiones ordinarias, es una transición que muy pocos logran hacer. McChrystal no es la excepción.

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