jueves, septiembre 30, 2010

El bueno, el malo y el feo

Imaginarse que Hillary Clinton comparezca ante la Asamblea General de Naciones Unidas y, en su discurso, contradiga la política internacional del presidente Obama. Es lo que acaba de pasar con Israel. El ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Liberman, el líder del tercer partido político, representante de la extrema derecha, compareció ante la Asamblea General de Naciones Unidas, y produjo un discurso, totalmente opuesto a la posición planteada por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que, pocas horas después, tuvo que desmentirlo. Un hecho insólito en la diplomacia internacional. ¿Resultado? Liberman ha sido dejado fuera de las negociaciones con los palestinos. El hombre fuerte y clave lo ha sido Ehud Barak, ministro de defensa y el líder del partido laborista israelí. Viajó a Washington, hizo reuniones y contactos claves, y llevó consigo la carta que posibilitará la reanudación de las negociaciones con los palestinos. Tres políticos aliados que no se comen juntos un plato: Liberman, el malo; Netanyahu, el feo; y Barak, el bueno. Todo un guión de película.

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