lunes, noviembre 01, 2010

Dilma, la delfín


El triunfo de Dilma Rousseff confirma que las sucesiones en democracia son tan válidas como el liderazgo mismo. Fue la señalada por Lula, desde el primer día, y nunca le quitó su apoyo, y estuvo junto a ella, en los momentos más difíciles. Es de los pocos casos en política en que el líder y la delfín estuvieron juntos, pero no se produjo sombra ni absorción de un lado ni de otro. El pueblo brasileño votó por ella, y de una manera, contundente. Obviamente, Dilma es el legado de Lula. Si Dilma perdía, la derrota era de Lula. El reto de Dilma está, por lo tanto, muy claro: Continuar el trabajo de Lula. Para el día de su toma de posesión, el 1 de enero de 2011, recibirá a Brasil, en su máximo punto de prestigio y reputación internacional. En otro apunte, abordaré el complejo arte de gobernar en Brasil.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Sera interesante este nuevo,mandato en
Brasil.

leonardo dijo...

Brasil empieza una nueva etapa