Ayer, 17 de octubre, se celebró el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Desafortunadamente, son tantas las dificultades que está atravesando nuestro país, que este día pasó sin que el gobierno del PLD hiciera un solo acto para reflexionar sobre la realidad de la pobreza en el país.
En todos los rincones del territorio nacional, hay un/a dominicano/a que padece de la extrema pobreza. Se calcula que son más de tres millones.
Si a esto le agregamos el hecho incontestable de que la clase media se ha empobrecido cada día más en estos últimos dos años, hay que concluir en que el crecimiento ecónomico de nuestro país tiene que traducirse en acciones y políticas destinadas a luchar contra la exclusion social.
El oficialismo ha promocionado diversos programas de lucha contra la pobreza que no han dado buenos resultados. Hay que salir del tradicional esquema y ser innovador en estos programas, sobre todo fortaleciendo la educación.
El compromiso dominicano con la justicia global no responde únicamente a un imperativo moral, se enmarca también en la necesidad de que todas las naciones seamos coherentes con los Objetivos del Milenio que fueron firmados en el año 2000 por los Jefes de Estado de 189 países, y que tienen como objetivo:
1-. Erradicar la pobreza extrema y el hambre
2-. Lograr la enseñanza primaria universal
3-. Promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer
4-. Reducir la mortalidad infantil
5-. Mejorar la salud materna
6-. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
7-. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
8-. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
Desgraciadamente, la oportunidad que generó esta iniciativa global no está siendo aprovechada. En el caso dominicano, el PLD ha preferido priorizar la inversion en el Metro de Santo Domingo, abandonando las inversiones en áreas de tanta importancia como la educación y la salud.
Como perredeísta, y sobre todo como dominicano, el día internacional para la erradicación de la pobreza, supone mucho más que una ocasión para renovar nuestros valores y nuestras aspiraciones, es, sobretodo, un reto. Necesitamos movilizarnos, sumar más voluntades para afrontar el mayor desafío que tiene nuestro mundo en el siglo XXI: la erradicación de la pobreza mundial.
Por eso, este tema de la pobreza, lo abordaré en mi programa LIDERES, este domingo 22 de octubre, desde una perspectiva muy novedosa. Les invito a sintonizarlo por el Canal 9 a las 9 de la mañana.
En todos los rincones del territorio nacional, hay un/a dominicano/a que padece de la extrema pobreza. Se calcula que son más de tres millones.
Si a esto le agregamos el hecho incontestable de que la clase media se ha empobrecido cada día más en estos últimos dos años, hay que concluir en que el crecimiento ecónomico de nuestro país tiene que traducirse en acciones y políticas destinadas a luchar contra la exclusion social.
El oficialismo ha promocionado diversos programas de lucha contra la pobreza que no han dado buenos resultados. Hay que salir del tradicional esquema y ser innovador en estos programas, sobre todo fortaleciendo la educación.
El compromiso dominicano con la justicia global no responde únicamente a un imperativo moral, se enmarca también en la necesidad de que todas las naciones seamos coherentes con los Objetivos del Milenio que fueron firmados en el año 2000 por los Jefes de Estado de 189 países, y que tienen como objetivo:
1-. Erradicar la pobreza extrema y el hambre
2-. Lograr la enseñanza primaria universal
3-. Promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer
4-. Reducir la mortalidad infantil
5-. Mejorar la salud materna
6-. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
7-. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
8-. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
Desgraciadamente, la oportunidad que generó esta iniciativa global no está siendo aprovechada. En el caso dominicano, el PLD ha preferido priorizar la inversion en el Metro de Santo Domingo, abandonando las inversiones en áreas de tanta importancia como la educación y la salud.
Como perredeísta, y sobre todo como dominicano, el día internacional para la erradicación de la pobreza, supone mucho más que una ocasión para renovar nuestros valores y nuestras aspiraciones, es, sobretodo, un reto. Necesitamos movilizarnos, sumar más voluntades para afrontar el mayor desafío que tiene nuestro mundo en el siglo XXI: la erradicación de la pobreza mundial.
Por eso, este tema de la pobreza, lo abordaré en mi programa LIDERES, este domingo 22 de octubre, desde una perspectiva muy novedosa. Les invito a sintonizarlo por el Canal 9 a las 9 de la mañana.
1 comentario:
en nuestro pais como dicen en los barrios los gobiernos pasan y el hambre queda,eso se debe a que no hay un plan de desarrollo a largo tiempo que sea respetado por los partidos politicos que cuando llegan al gobierno hacen su propio plan siempre pensando como beneficiarse politicamente.
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