Una de las virtudes que debe caracterizar al ser humano, sobre todo al que se desenvuelve en la vida pública, es la lealtad, que tiene diversas formas de expresión.
Quizás, es en la política donde más se pone a prueba. Si no pregunténle a quiénes han sido Presidentes de la República. Cuando se está en el poder, muchos amigos; sin embargo, cuando se está fuera del poder, muy pocos son reales amigos. Esto pasa también en otros niveles del quehacer público.
El domingo pasado, Albert Pujols, ese admirado y extraordinario jugador de beísbol de los Cardenales de San Luis, demostró lo que es ser leal, y lo que significa la lealtad. A propósito de una situación difícil que estuvo viviendo su manager, Tony Larussa, Pujols expresó:
"No quiero que eso le suceda a nadie que me importe, y realmente me importa mucho él."
"Como dije ayer, él sabe que fue un error estúpido. Es algo que no quiero que le suceda a mi dirigente. Solo porque le pasó a él no significa que vaya a darle la espalda. Él me apoya a mí y a todos mis compañeros".
"Podría sucederle a cualquiera en su vida. Eso no significa que uno vaya a darle la espalda".
¡Qué lección de lealtad! Ojalá muchos políticos dominicanos la puedan asimilar.
viernes, marzo 30, 2007
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1 comentario:
Lamentablemente en este tiempo los intereses han enterrado la lealtad, felicito a este gran pelotero nuestro que nos llena de orgullo.
Pero quiero dedicarle esto a usted que es un amigo leal.
‘El verdadero amigo es el que sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo.
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