Ineficiencia, improvisación e incapacidad.

Son las tres "i". Ineficiencia, improvisación e incapacidad que han caracterizado al presidente Leonel Fernández y al gobierno del PLD en el caso de la Tormenta Noel, antes, durante y despúes del fenómeno atmosférico.

Ineficiencia: Ninguna autoridad del gobierno advirtió a los dominicanos sobre la tormenta. Es más, el domingo por la noche, el gobierno gastó millones de pesos, transmitiendo la rueda de prensa del presidente Fernández sobre los préstamos inconstitucionales de la Sun Land, y ni siquiera colocaron un cintillo de alerta.

Improvisación: Ante las pérdidas de vida y los daños causados por la tormenta, la respuesta del gobierno ha sido improvisada. Hubo que reunir, durante el paso de la tormenta, al Consejo de Gobierno. Esta reunión debió haberse celebrado el viernes, no el lunes. Pero, resulta que el gobierno, en pleno, estaba en campaña el pasado fin de semana. Nadie prestó la atención debida a lo que era eminente.

Incapacidad: El manejo de la crisis del paso de la tormenta ha demostrado la incapacidad del gobierno. Ayer estuve en La Ciénaga, en el Distrito Nacional, donde hubo dos muertos. Eran las cuatro de la tarde, y todavía no había llegado ninguna autoridad oficial a este lugar.

No es la primera vez que el PLD demuestra esta incapacidad, improvisación e ineficiencia. Ya pasó con el Huracán Georges. Definitivamente el presidente Fernández no está pasando la prueba en el arte del buen gobierno. El país reclama acción.