sábado, abril 04, 2009

Repensar la profesión de abogado


En estos días, en que he estado preparando mi reingreso a la profesión de abogado, luego de más de ocho años de retiro forzoso, a causa de mis funciones públicas y políticas (salvo algunas incursiones excepcionales), este editorial With the downturn, it's time to rethink the legal profession, es muy oportuno.

Los abogados no han escapado al impacto de la recesión económica, y solo, en Estados Unidos, se estima que, en el mes de marzo, se perdieron 3,677 puestos de trabajos en distintas firmas de abogados. Esto ha provocado que centenares de abogados estén hoy sin empleos y sin los beneficios propios que genera la profesión, lo cual se suma a la incertidumbre que crea la propia recesión.

Es el momento para que se reformulen y se repiensen algunas prácticas y normas que tradicionalmente han regido a los abogados, tanto internacional como localmente.

- La especialización será la tendencia, es decir, habrán menos firmas de abogados, grandes y que realicen práctica general del derecho, y en su lugar, se extenderán las llamadas "oficinas boutiques", que se especializan en determinados nichos o temas específicos del derecho, con mejores atenciones a sus clientes. Ya en nuestro país, hay buenos ejemplos de este tipos de oficina, y esta será la tendencia.

- Hay que revisar las tarifas de honorarios. En medio de la recesión de Estados Unidos, ya el esquema de "facturar por horas" está siendo parte del pasado, y se están evaluando otros mecanismos de facturación. Hay que tener esquemas de facturación atractivos, razonables y eficientes, sin caer en la competencia desleal.

- Las escuelas de derecho tienen que repensar el esquema tradicional de formación de los estudiantes de derecho. Solo pensar la gran cantidad de abogados que termina ejerciendo una actividad distinta, a la abogacía, como por ejemplo, la industria, las finanzas, el comercio, la informática, la economía, la hotelería, la educación superior, y hasta la política, es decir, dentro de la formación de los abogados debe incluirse áreas que permitan una mayor visión de las complejidades del mundo de hoy, y la interacción con sus potenciales clientes.

- El gran beneficiario de estos cambios será el cliente, el consumidor de los servicios legales, que aprovechará la especialización, con buenas prácticas éticas, y con mayor potencialidad y capacidad de opciones sobre la mesa.

De las grandes crisis, se producen las grandes soluciones. Aprovechemos esta oportunidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo pensaba que si se estaba dedicando a la profesion de abogado y en parte tiene razon en lo que dice, hasta ha sido modesto. hay personas que cuando terminan en la carrera solo deciden terminarla y ya, no deciden mas nada y mucho menos en abrir un bufette. yo no pienso quedarme en el monton y espero abrir mi propio bufette y seguir la linea del abogado etico que define angel osorio en el alma de la toga. nos hacen falta muchos abogados asi.