sábado, mayo 16, 2009

En los zapatos de Alvaro Colom


El presidente Alvaro Colom de Guatemala está pasando por uno de los momentos más difíciles de su carrera política, luego de que el abogado Rodrigo Rosenberg lo resposabilizara de su muerte en un video que fue difundido después de que éste último fuera asesinado. Esto no solo ha colocado en una delicada situación al presidente Colom, sino a la misma gobernabilidad y estabilidad democrática de Guatemala.

He visto dos entrevistas, luego de la estremecedora denuncia, del presidente Colom: Una con Patricia Janiot y otra con Rey Rodríguez, ambos de CNN. Después de verlas, he concluido que el presidente Colom no estuvo en su mejor momento en ambas. Le faltó expresión corporal, es decir, lo que decía o afirmaba no guardaba relación con su expresión facial. Debió haber sido más contundente, y distanciarse convincentemente de los hechos.

La acusación de Rosenberg es muy directa y afecta al círculo íntimo del presidente Colom. Sin embargo, ya en el pasado, incluso hasta en nuestro país, hemos visto experiencias similares, que, al final, han resultado que no fueron hechas sobre bases creíbles. Pero, siempre la reacción presidencial es muy importante y crucial. Guardando las distancias (sobre los hechos denunciados), la actitud del presidente Colom ha sido muy similar a la presidente Leonel Fernández con el caso Sun Land. En este caso, de una versión inicial dada por el presidente Fernández, fue variando y variando, hasta ofrecer una versión distinta a la que originalmente había dicho, en la medida en que la información fue saliendo públicamente.

Una nación como Guatemala, fragmentada, en una incipiente democracia, con largas historias de dictaduras y golpes de Estado, no tiene la fortaleza institucional para resistir un cuestionamiento a la más alta investidura del país. Obviamente, hay preguntas claves sobre la denuncia y los hechos narrados por Rosenberg: ¿Cómo es posible que el video fuera grabado tres días antes del asesinato, y nadie de los que participaron en la grabación lo denunciaran a los organismos públicos correspondientes? ¿Es cierto que los que participaron en la grabación tienen antecedentes de haber participado en golpes de Estado en la década de los ochenta? ¿Cúal fue la participación de las personas señaladas por Rosenberg en los hechos denunciados? ¿Cuál ha sido el rol de la Primera Dama de Guatemala en una serie de hechos que se mencionan públicamente en Guatemala?

Quedan muchas preguntas por responder. Por eso, el proceso de investigación debe ser transparente, imparcial e independiente, respetando el debido proceso de ley, y sobre todo la presunción de inocencia. Y lo más importante, la democracia de Guatemala debe superar esta dura prueba, fortaleciéndose, reformando su sistema judicial, pero nunca interrumpiéndose. Esto sería un golpe mortal no solo para Guatemala, sino para toda América Latina.

Urge que el presidente Colom adopte más acciones para garantizar que la investigación sea, reitero, transparente, imparcial e independiente, caiga quien caiga, y cero impunidad. Como dice Lucrecia de Palomo, es hora de hacer algo.

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