Los espías rusos, canjeados por Estados Unidos, recibieron, nada más y nada menos, la visita de Vladimir Putin, quien, más que primer ministro y hombre fuerte de Rusia, exhibió dotes de sicólogo, pues con ellos, reporta The Guardian, "hablamos sobre la vida. Cantamos, no karaoke, pero sí música en vivo. Cantamos Desde que la Patria comienza, una canción rusa sentimental sobre un agente soviético que es enviado a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y se infiltra en el SS".
También, Putin, quien fue director de la KGB, hizo alarde de lo que significa ser espía: "Primero, debes hacer una maestría en el idioma como si fuera el tuyo, pensar en ese idioma, hablarlo, luego ejecutar las tareas puestas en el interees de tu patria por muchos años, sufrir los peligros diarios para ti y tus seres queridos, quienes no saben exactamente quien tu eres o para quien tu trabajas".
Al final, el hombre fuerte de Rusia concluyó que sabía los nombres de quienes habían traicionado a sus agentes, y que siempre los traidores terminan mal, terminan en tragos o drogas, tirados en una zanja. Así lo predijo el sicólogo, Putin.
martes, julio 27, 2010
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