martes, agosto 24, 2010
Los plomeros
En un momento crucial de la película The Pentagon Papers, John Mitchell, HR Haldeman y John Ehrlichman, los funcionarios más cercanos al presidente Nixon, se cuestionan sobre qué hacer para evitar las filtraciones en la prensa, y uno de ellos, Haldeman, dice que la solución es buscar plomeros que estén prestos a evitar y correjir filtraciones. Días después, unos supuestos "asaltantes" penetraron en una de las oficinas donde se encontraban documentos claves del caso. Ese mismo grupo fue el que asaltó a Watergate, unos años después, con el conocimiento del presidente Nixon. Todo lo anterior viene a cuenta de que los años pasan, cambian la gente, pero la política se mantiene: EE UU da la espalda a Wikileaks. El gobierno de Estados Unidos prefiere tener plomeros frenando y evitando filtraciones, y no tratar directamente con quienes tienen la información. Es más, sentencian lapidariamente que "esos documentos son propiedad del Gobierno. Su publicación, no autorizada, amenaza las vidas de los soldados de la coalición y de los civiles afganos". Por suerte, la Suprema Corte de Estados Unidos decidió hace mucho tiempo que, en estos casos, la libertad de expresión está por encima de cualquier otro derecho o privilegio.
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