En agosto del año pasado, escribí este apunte sobre Aaron Ralston. Ayer, ví 127 hours, la película sobre la prueba que pasó Ralston luego de caer en una ranura estrecha en el Cañón Blue John en Utah, quedando su brazo derecho atrapado por una pesada roca. Su fortaleza, perseverancia y tenacidad permitieron que Ralston pudiera, con una acción valiente, salir de esa profunda ranura, y contar su extraordinaria historia.
James Franco, quien interpreta a Ralston, lo hace brillantemente. Es más, la película es la actuación de Franco, quien, en una escena formidable, ya en medio de su desesperación, simula ser entrevistado en un programa radial. Franco es, al mismo tiempo, el entrevistador y el entrevistado, y le agrega las llamadas del público. Es cuando se da cuenta que no le avisó a nadie en donde estaría ese fin de semana, por lo que nadie lo puede dar por "desaparecido", y por lo tanto, la policía no puede iniciar ninguna búsqueda sobre su persona.
127 horas tiene excelente fotografía, unido a hermosos paisajes. Al final, cuando Ralston es rescatado, vuelve a nacer, el espectador siente, al igual que Ralston, el gozo de vivir.
martes, febrero 15, 2011
'127 hours', el gozo de vivir
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