En la oposición

Quienes formamos parte del 1,654,066 de votantes que acudieron a las urnas el pasado 16 de mayor y votamos por el PRD debemos sentirnos orgullosos por los resultados obtenidos. A pesar de no haber logrado la victoria, como consecuencia del uso abusivo de los fondos públicos para imponer la reelección, logramos el 40.48% del electorado nacional, lo que nos compromete a no defraudar a quienes depositaron su confianza en nuestra organización.

Fuimos el partido que salió más fortalecido del proceso electoral. De partido a partido, ganamos 17 provincias y 89 municipios. Obtuvimos 467,749 votos más que en las elecciones presidenciales del 2004. Ningún otro partido, ni siquiera el que está detentado el poder, puede exhibir un mejor desempeño. Fueron las alianzas, sin ninguna base programática, excepto las conocidas concesiones de cargos públicos y el excesivo gasto público con fines puramente políticos, ante un marco institucional frágil, las que finalmente impusieron la reelección en las urnas.

Las elecciones concluyeron el mismo días 16 de mayo, con la reafirmación democrática de nuestra organización, al reconocer los resultados electorales. Ahora, el reto nuestro es profundizar con el avance que hemos obtenido, avance que nos compromete a continuar con el proceso de modernización, renovación y de cercanía a los ciudadanos. Las jornadas de evaluación que se iniciarán en los diferentes organismos partidarios contribuirán eficientemente a consolidar y a incrementar nuestra presencia en amplios sectores de la vida nacional, abriendo las puertas de la organización a los jóvenes, las mujeres, los profesionales y a la clase media.

Norberto Bobbio, destacado pensador italiano y defensor de la socialdemocracia, afirmaba que la democracia está caracterizada por un conjunto de reglas, que las llamaba “reglas de juego”, para la formación de las decisiones colectivas. Según él, la democracia no es un juego de suma cero, donde uno gana u otro pierde sin posibilidades de mediación y de compromiso. Más bien, la democracia da lugar a “juegos mixtos” donde los competidores tratan de competir y vencer, pero también de colaborar y cooperar para que las reglas del juego sigan funcionando. Ningún jugador gana o pierde definitivamente.

Por ello, Bobbio definió, en ocasiones, a la democracia como “el conjunto de reglas que permiten a todos los miembros de la colectividad participar en la formación de las decisiones colectivas”; en otras, como “el conjunto de normas que permiten la solución de los conflictos sociales”.

Por decisión del 40% del electorado nacional, el PRD encabeza la oposición política en el país. Son claras las diferencias que tenemos con el Presidente Leonel Fernández y el PLD, a quienes les corresponderá gobernar por cuatro años más. Al país, le esperan días muy difíciles, como consecuencia del contexto internacional (altos precios del petróleo y la crisis alimentaria) y de la delicada situación en que se encuentran las finanzas públicas (dado el excesivo gasto público en el pasado proceso electoral).

El PLD tiene que asumir su responsabilidad y gobernar el país. El PRD estará en la acera de enfrente, encabezando la oposición política, consciente de su rol y de su compromiso, impulsando políticas públicas que vayan en beneficio del bien común de todos los dominicanos, fortaleciendo nuestras instituciones democráticas, exigiendo el respeto a la Constitución y a la ley, y creando las condiciones para que existan mejores oportunidades de educación, salud, alimentación, viviendas, y empleos. A pesar de las diferencias políticas, con respeto. Así se construirá mejor la democracia en el siglo 21.