domingo, mayo 03, 2009

¿Se está contaminando de amarillismo la prensa?



Vía Lourdes Muñoz, me entero del debate suscitado en España con motivo de la publicación en la portada de El País, la cual comparto con ustedes, en la que se muestran las imágenes de la princesa Letizia y Carla Bruni, primera dama de Francia, subiendo las escalinatas del palacio de la Zarzuela. En este artículo de Milagros Peña Oliva, titulado Carla Bruni, la princesa Letizia y la fiebre rosa, publicado en El País, pueden leer las distintas reacciones generadas por esta foto. En el fondo, la articulista se cuestiona ¿si se está contaminando de amarillismo la prensa seria?

Recientemente, en otro país, como Estados Unidos de América, también se desató un debate público en ocasión de la publicación en la portada (la cual publico, también) de la revista Washingtonian una foto del presidente Barack Obama, sin camisetas, pero que la misma (es decir, la foto) no correspondía a la que originalmente había sido tomada. El Huffington Post publicó un artículo titulado The ethics of Photoshopping a shirtless Obama. Muy interesante.

¿Qué es lo que está pasando? Lo primero es que no comparto las opiniones de quienes critican que el País haya colocado esa foto en portada, pues creo firmemente que la misma no contiene elementos que puedan calificarse como característicos de prensa amarilla, ni de prensa rosa. A mi juicio, primó en la decisión de colocar esta foto el hecho de que tanto la princesa Letizia como Carla Bruni, son personas que, adicionalmente la belleza y elegancia de ambas, antes de ocupar sus actuales funciones, era ciudadanas que desempeñaban actividades cotidianas como el periodismo y la canción, respectivamente, y que ahora ocupan posiciones estelares, y que, por tanto son noticia. En una sociedad democrática, ese es el costo que deben pagar quienes son las figuras públicas, claro, siempre que no se transgreda el respeto de sus personas y su honor.

Por otra parte, hay una realidad. Cada día la prensa tradicional se está vendiendo menos, como consecuencia del desarrollo de los medios on-line, y entiendo como una decisión de carácter comercial, el de colocar estas fotos, es decir, tanto la de El País como la de Washingtonian, para atraer más ventas. En éste último caso, hay obviamente un elemento adicional, y es que la foto publicada fue "maquillada", no en cuanto al presidente Obama, sino en cuanto a su entorno. ¿Hasta que punto un medio puede cambiar el contexto de una foto por el simple hecho de que la persona que está retratada en la misma es una figura política de alto reconocimiento, que todos los días es noticia? En todo caso, debe cumplir con los requisitos legales correspondientes.

Los medios tradicionales están enfrentando serios desafíos ante el avance de las nuevas tecnologías. Ambas portadas son evidencia de ello. Hay una línea roja que separa la prensa amarilla de la prensa seria y honesta. Es obvio que los casos que han motivado este apunte no están ni cerca de lo que sería una contaminación de amarillismo, respetando las distintas opiniones que se puedan tener sobre este tema.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buen articulo no hay que tomarselo tan apecho, las portadas estan bien.

intercambio de articulo: http://visionpolitica.blogspot.com/2009/05/los-suenos-de-mi-padre.html