viernes, mayo 22, 2009

Un billón de dólares anuales en coimas y sobornos


Cuando estaba en la Administración Pública (2000-2004) tuve el honor de participar en varias reuniones con Robert Zoellick, quien en ese entonces era el Representante de Comercio de los Estados Unidos de América, a raíz de las negociaciones que culminaron con el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, República Dominicana y Centroamérica, mejor conocido como DR-CAFTA. Siempre muy directo y franco, pero un político con fino olfato, y ahí conocí que antes había sido oficial de la Marina. Por eso, cuando leí la noticia de que el Banco Mundial prohibió dar contratos a 351 compañías e individuos por realizar prácticas corruptas, confirmé la idea que siempre he tenido del señor Zoellick: Uno podrá estar de acuerdo o no con sus posiciones, pero ha recuperado la imagen y la credibilidad del Banco Mundial.

Esa misma noticia informa que solo en coimas y sobornos se desvían un billón de dólares anuales. Y eso, que estamos hablando de acciones anticorrupción que ha tenido que tomar el Banco Mundial, que de por sí, resalta entre los organismos que con mayor transparencia realiza sus transacciones. Recuerdo que precisamente en esas rondas de negociaciones sobre el DR-CAFTA, tuve también la ocasión de participar en una reunión con el entonces Secretario de Estado Collin Powell, quien se expresó en muy duros términos sobre la clase política haitiana, al decir que todo el dinero que se había donado para ayudar a Haití había quedado en manos de los dueños de las grandes casas en Petionville. Esto obviamente fue afirmado con referencia a la situación que vivía Haití en el 2003.

De ahí es que organizaciones como el Banco Mundial han tenido que establecer procedimientos para asegurarse de que el dinero que prestan o donan lleguen efectivamente a las manos que lo necesitan. En iguales términos, he oído directamente expresiones de las agencias de cooperación internacional de Europa. Todo esto a quien afecta no solo es a las grandes mayorías que necesitan de la mano amiga, sino a la credibilidad del gobierno y del país.

Ahora que el Banco Mundial ha condicionado determinados financiamientos para el sector eléctrico de la República Dominicana, tengamos pendiente las normas y políticas anticorrupción que ha estado aplicando este organismo multinacional de financiamiento, esperando que nunca una compañía dominicana o sus propietarios estén en la lista negra.

No hay comentarios.: