martes, julio 07, 2009

La OEA: ser o no ser


Al día siguiente del Golpe de Estado en Honduras, escribí: "El Secretario General de la OEA debió estar ayer por la tarde en Honduras, y dar la cara frente a este atropello a la democracia latinoamericana. Reitero, si la comunidad internacional no toma el caso de Honduras con todas las consecuencias, podríamos estar abriendo una ventana de la cual luego nos arrepentiremos." Han pasado ya nueve días de esta herida a la democracia, y dado el fracaso de la OEA, y a solicitud de los Estados Unidos, y con la anuencia de las partes en conflicto, se iniciará un proceso de mediación en Costa Rica por el presidente Oscar Arias, el cual saludo. Sin embargo, como demócrata, no dejo de exclamar ¡qué triste ha sido el papel de la OEA! Cada día que pase, sin que se logre la restauración del orden constitucional en Honduras, y la adopción de las necesarias reformas políticas e institucionales fruto del diálogo nacional, es un día menos para la legitimidad de este organismo que agrupa a las democracias del continente. A propósito de la OEA, totalmente de acuerdo con esto.

2 comentarios:

Juan Manuel Cuervo dijo...

Pues yo estoy de acuerdo con lo de Honduras, es un aviso para todos los presidentes izquierdistas que están de moda, pues no estoy con eso de que los militares deben a toda costa obedecer el poder civil, si los presidentes no resuelven los problemas reales del pueblo hay que quitarlos.
El mejor ejemplo de lo que decimos es Chile que con el General Pinochet se convirtió después de Méjico en el país mas cerca al desarrollo de América Latina.
A las necesidades de los pueblos hay que buscarles solución sea en la vía democrática o con los militares en el poder, claro esta, con militares derechistas, jamás comunistas.

Anónimo dijo...

La OEA a quedado en ridiculo al no poder resolver, o llegar convencer al nuevo gobierno de que entregue el poder al presidente destituido y que se respete la constitucion.

no estariamos muy lejos de ver algo asi aqui algun dia, pero este pais esta podrido de cobardes.