Hay personas que el destino le ha dado otra oportunidad para vivir. Aaron Ralston es una de ellas. Cuando se vió en el momento crucial entre la vida y la muerte, tomó una decisión difícil y valiente: Se cortó su brazo para sobrevivir. Es mejor ver y escuchar, de su propia voz, cómo lo hizo:
Su historia es el mejor ejemplo de que cuando se quiere, se puede, no importa las circunstancias y las adversidades. Esas 127 horas que pasó atrapado en un cañón de Colorado son una lección de vida. Su historia ha motivado ésta película.
lunes, agosto 30, 2010
Aaron Ralston, lección de vida
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