lunes, septiembre 20, 2010

Evidencias

Charles Taylor es una criatura del imperio. En sus manos tiene la sangre de los diamantes, razón por la cual está siendo enjuiciado en La Haya. Me preguntaba por qué Naomi Campbell y Mia Farrow eran testigos en este juicio, en adición a la información pública de si era cierto o no que Taylor le había regalado a Campbell unos diamantes. Hasta que encontré esta foto. Lo triste es que, para esa época, en 1997, Taylor tenía todo el glamour de ser presidente y que se aprovechara de las buenas intenciones de Nelson Mandela. Estoy seguro que hoy, a trece años de esa foto, los protagonistas de la misma se deben haber arrepentido. La lección es muy válida, sobre todo en estas latitudes en donde ronda el oportunismo, salvo honrosas excepciones.

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