lunes, enero 24, 2011

30 años de la crisis de rehenes en Irán

El pasado 20 de enero se conmemoró el 30 aniversario de uno de los hechos más vergonzosos para la diplomacia norteamericana, y que todavía sigue teniendo un peso específico en sus relaciones con el mundo árabe: la liberación de los rehenes americanos que estuvieron 444 días secuestrados en Irán. Para los americanos, la liberación significó el fin de una pesadilla. Para los iraníes, apenas el inicio de lo que sería una guerra larga. Así ha sido.

Los iraníes siempre tuvieron control de la situación, y lograron su objetivo: humillar al presidente Jimmy Carter, de tal manera, que solo Irán liberó a los rehenes cuando ya Ronald Reagan se había juramentado, ese mismo día, como presidente de los Estados Unidos. Carter explica en su diario lo que sintió:

"En la tarima inaugural, mis sentimientos eran de arrepentimiento por haber perdido la elección, pero con un sentido de liberación de mis responsabilidades por un momento. Perseverante, sin embargo, de mi preocupación de que, a último minuto, los rehenes no fuesen liberados". (pág. 513).

Tal como afirma Ted Koppel en este artículo publicado en The Washington Post, desde esta crisis, todavía Estados Unidos sigue en una tensa relación con Irán, sin que se tenga fecha cierta de cuándo terminará esta guerra larga, que, sin dudas, se plantea como uno de los focos de desestabilización en el mundo árabe en el siglo 21.

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