Cuando Michelle Bachelet habla siempre deja lecciones de política, sobre todo cómo entender y comprender los tiempos. No es lo mismo cuando una persona ejerce la presidencia de la República, que cuando ejerce la función de ex-presidente, y más si tiene una responsabilidad en un organismo internacional. Bachelet, quien es Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, concedió una entrevista en Davos, en la que me llamó la atención su respuesta a estas dos preguntas:
-¿Cómo ha sido el cambio de pasar de ser Presidenta a funcionaria internacional?
-Bueno, es muy distinto, porque, por más que sea secretaria general adjunta o director ejecutivo de una entidad nueva, los que tienen que aprobar las cosas son los países. Y eso yo lo entiendo como ex gobernante. Obviamente las agencias tienen ciertas autonomías, pero los grandes criterios son definidos. Entonces yo digo que me siento un poco como ministra, porque he tenido que ir a discutir el presupuesto, presentar las propuestas. Me ha ido muy bien, he tenido un gran apoyo, pero es muy distinto que ser Presidente, y sobre todo en un sistema presidencialista como el nuestro.
-"Pero también (el trabajo en ONU Mujer) tiene ese otro elemento de una causa noble que, si lo logramos hacer bien, vamos a mejorar la vida de mujeres y niños en todo el mundo, y eso es algo que llena de energía. Yo quisiera que algún día vivamos en un mundo sin violencia para la mujer, donde tengamos suficientes mujeres en todos los cargos de poder, de manera que este sea un mundo mejor. En esa dirección estamos trabajando".
-¿Fue difícil para usted dejar de ser Presidenta?
-No, para nada, fue nada difícil. A mí muchos me habían advertido del día siguiente a dejar de ser Presidenta... probablemente, por cómo nos tocó trabajar tan duramente por lo del terremoto. Pero no. Lo que sí me costó fue cuando iba a visitar a la gente que me había comprometido a volver a ver (después del terremoto), por no tener los instrumentos, los subsidios, o las políticas. No era echar de menos el poder para nada, sino decir: cómo puedo ayudar más, no tengo las herramientas que tenía antes. Bueno y también, claro, ese privilegio que tiene uno como Presidente de la República de estar tan cerca de la gente, que le abre a uno su corazón y su casa...pero también es cierto que adonde voy me siguen abriendo el corazón y las casas... Pero es más restrictivo, entiendo mi rol y no me desubico.
La entrevista completa, aquí.
lunes, enero 31, 2011
Bachelet, el rol de expresidenta
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